El estrés navideño tiene rostro de mujer. Más de la mitad de las mujeres se sienten sobrecargadas en estas fiestas. Aparte de lo que ya hacen habitualmente se suma la Navidad y todo lo que hay que gestionar. La lista es interminable: preparar comidas y cenas navideñas, pensar el menú, decorar la casa, conciliar durante las vacaciones escolares y organizar los regalos para toda la familia. Cuando una mujer ya no puede con todo, es otra de la siguiente generación la que coge el relevo. Una propuesta de los expertos es que si las Navidades se celebran en familia, que sea toda la familia la que trabaje unida.