El padre de Francisco Javier falleció debido a esta enfermedad. Su muerte le alertó de que él y sus hermanos también la portaban. Su gran preocupación ahora es su hijo, quien ha heredado el mismo gen. Él es uno de los afectados por la miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad cardíaca hereditaria que es ya la causa más frecuente de muerte súbita entre jóvenes y deportistas. Para Salvador detectarla a tiempo fue clave. A Coruña acoge un Congreso Internacional sobre esta patología para la que los profesionales ven un futuro esperanzador gracias a los nuevos tratamientos. Una enfermedad donde la detección temprana salva vidas.