Protagonistas sin quererlo, foco de la noticia. "Simplemente intentamos aplicar nuestra práctica minera a una circunstancia", relata Sergio Tuñón, el director técnico de la Brigada Central de Salvamento Minero. Acostumbrados, como están, al anonimato. "Creo que estábamos desbordados, porque sin haber hecho nada, lo que nos generaba mucha presión, intentando colaborar en lo que pudiéramos y la gente ya por el mero hecho de ir nos daban las gracias". Para ellos casi fue un alivio entrar en faena. "Relajado nunca vas a estar, vamos, no debieras, pero sí que por lo menos nos encontramos con circunstancias que consideramos habituales". Llegar hasta Julen no fue fácil. "El cale se realizó de la manera más quirúrgica posible". Sin olvidar el trabajo también de las 300 personas que participaron en todo el despliegue. "Ahí se hizo una excavación de movimiento de tierras en dos tres días que se tardaría un mes o mes y medio". Pero orgullosos también de su labor. "La timidez, como alguna vez se dijo, no tiene que estar reñida con nuestra satisfacción de que se haya puesto una imagen o un foco sobre la brigada después de 107 años. Tardamos mucho, pero yo creo que por fin se nos conoce". Aunque hubieran preferido otro final. "El desenlace nos deja un sabor muy amargo porque no te sientes al 100% útil, por decirlo de alguna manera". Ahora, a recuperar su rutina, su importante y discreta rutina. "Mañana o pasado seguiremos al pie del teléfono por si vuelve a sonar. Esperemos que no". Pero siempre dispuestos para volver a actuar.

-Redacción-