El fuego que lleva asolando varias semanas Porto, hogar sanabrés idílico para la ganadería extensiva, ha dejado innumerables consecuencias, entre ellas, secuelas entre sus animales. Muchas vacas han muerto, otras han desaparecido, y la mayoría presentan los efectos secundarios del fuego, como graves quemaduras y pulmones llenos de humo. La fauna silvestre de una zona de la Sierra, considerada parque natural, preocupa por las especies protegidas, como la perdiz pardilla o la trucha autóctona. Los ganaderos están sufriendo estas consecuencias, sintiendo la impotencia de no haber podido cuidar a sus animales.