Los migrantes desalojados en Badalona, en la calle y sin solución
La policía mantiene la vigilancia de la zona
Detrás del cordón policial acampan los migrantes desalojados del instituto B9 de Badalona. Han pasado la noche entre hogueras improvisadas y tiendas de campaña en un descampado cerca del edificio. Rosemary también vivía dentro. A diferencia de la mayoría, ha pasado la noche en un albergue y pide que le dejen entrar para sacar sus pertenencias. Entre las paredes habían llegado a vivir cerca de 400 migrantes, ahora solo quedan camas vacías y objetos personales que no podrán recuperar. El Ayuntamiento asegura que estaban advertidos con antelación y sabían que tendrían que recogerlo todo. En la calle siguen con la esperanza de poder entrar, mientras una decena de policías custodian la entrada, que ayer mismo fue tapiada. Algunos vecinos y miembros del sindicato de la vivienda se han acercado a llevarles algo de comida. Desde el Ayuntamiento de Barcelona aseguran que ellos no pueden asumir esta situación solos y preparan el derribo del B9 para levantar una nueva comisaría de la Guardia Urbana.