Más de 170 jóvenes con medidas judiciales y en situación de exclusión social han recorrido juntos el Camino de Santiago en una iniciativa que une educación, esfuerzo y segundas oportunidades. Durante varios días han compartido ruta con educadores, psicólogos y magistrados, descubriendo que siempre hay una salida y que cada paso puede marcar un nuevo comienzo. El Camino de los Valores llega a su fin, pero para ellos lo que empieza ahora es una nueva etapa.