L640-BIZKAIA ROBO BUEY CARRANZA

El Rancho Garras, ubicado en Karrantza (Bizkaia), mantiene su actividad ganadera en un entorno rural y tranquilo, tal y como reflejan las imágenes del ganado pastando en el interior del rancho y de Txema Llamosas, chef y ganadero, junto a sus bueyes. El restaurante Casa Garras, reconocido por la calidad de su carne, es el destino final de estos animales, cuidados y cebados con esmero durante años para servir a los comensales. Sin embargo, la tranquilidad se ha visto alterada esta semana tras el robo de uno de los ejemplares más valiosos del rancho. Txema Llamosas, responsable del restaurante y del rancho, relata que entre el jueves y el sábado un ayudante estuvo trabajando con los animales. El domingo, al llegar, notó de inmediato la ausencia del buey más grande y espectacular del grupo, un animal de raza asturiana de unos 1.500 kilos, valorado entre 8.000 y 10.000 euros. “Empezamos a mirar por todas las zonas por si se había escapado… y después de esto, nos lo han robado”, explica Llamosas. El buey, que podría rendir entre 800 y 850 kilos de carne en canal, era el más valioso del rancho y el que más beneficios podría aportar. En el restaurante, el precio más bajo de la chuleta alcanza los 120 euros el kilo, lo que refleja el momento de máximo valor de la carne en el mercado. El ganadero asegura que el robo ha sido “facilísimo”: “El buey no se mueve, se le va arreando, y cargas el animal, saben subir y bajar, tienen 9 años”. Por eso, sospecha que detrás del robo puede haber una banda organizada, conocedora de los animales y de la rutina del rancho. “A partir de ahora pondremos cámaras, nunca nos han robado nada, es un pueblo tranquilo”, añade, aunque reconoce que siempre han existido robos de ganado en la zona. La impotencia es palpable en las palabras de Llamosas: “Impotencia, somos ganaderos… siempre hay desgracias. El hecho de que entren a tu terreno y se carguen con sangre fría a un animal… no lo tolero”. El ganadero lamenta que, tras el robo, el animal probablemente ya haya sido sacrificado y su carne esté en una nevera de maduración, lista para su venta. “Esto está premeditado y planeado, robas un animal para liquidarlo lo antes posible”, subraya. Ante la ausencia de pruebas claras, Llamosas ha denunciado el robo y ha pedido colaboración a través de las redes sociales para intentar localizar al buey. “Es un animal que va en grupo, van en lote. Yo no puedo decir nada si no tengo imágenes… Es muy duro acusar a alguien que no ha sido. Tiene un camión, o algo… cuatreros”, concluye, dejando claro el impacto emocional y económico que supone este tipo de robos para los ganaderos. La noticia ha generado una gran conmoción en la zona, donde los vecinos y la policía siguen atentos a cualquier indicio sobre el paradero del animal y la identidad de los responsables.