Una campaña difamatoria que destila un machismo atroz. Así describe la magistrada de la DANA, Nuria Ruiz Tobarra, la estrategia con la que, dice, pretenden tumbar la instrucción. Acusa a las defensas de Salomé Pradas y Emilio Argüeso, ex número 2 de Emergencias, de "acreditar que el procedimiento es dirigido por su esposo, que, aseguran, dirige interrogatorios y dicta resoluciones". Un hecho para el que el letrado José María Bueno Manzanares, defensa de la exconsellera y del pseudosindicato Manos Limpias, pidió pruebas formuladas con el fin de acreditarlo. Esta supuesta intromisión, como la califica la magistrada, con la que "la defensa de forma burda, pretende apartar a esta jueza del procedimiento", supone, según ella, "una deriva aberrante del procedimiento que se acepta sin complejos". Además, Ruiz Tobarra incide, especialmente, en un detalle: "Algún letrado del procedimiento grabó a mi hija menor de edad, lo cual es repugnante". Para lo que, explica, ha decidido adoptar medidas tras ser captadas, dice, de forma ilegal. La magistrada advierte en su auto: "Los jueces no se eligen por las partes".