J028-VARIOS HUELGA MEDICOS

La jornada de huelga médica ha vuelto a visibilizar hoy en Sevilla y Galicia el profundo malestar del colectivo con sus condiciones laborales y con la reforma del marco normativo que regula la profesión. Las protestas se enmarcan en la huelga médica de ámbito estatal y combinan reivindicaciones dirigidas tanto al Gobierno central como a las administraciones autonómicas. En Sevilla se ha celebrado la tercera jornada de huelga de médicos, acompañada de una manifestación convocada por el Sindicato Médico de Sevilla. Los facultativos denuncian la precariedad de sus condiciones laborales y reclaman una mejora urgente de la retribución de las guardias, que consideran claramente insuficiente, además de alertar de que el exceso de horas trabajadas impide atender a los pacientes en condiciones óptimas. Según los convocantes, la falta de descanso y la sobrecarga asistencial están llevando el sistema sanitario al límite y exigen una respuesta inmediata del Gobierno en los principales puntos a modificar. El presidente del Sindicato de Médicos de Andalucía, Rafael Gómez, ha destacado la alta participación de profesionales en la protesta y ha subrayado que “lo que está pasando no es normal”, reclamando al Gobierno que “mueva ficha ya” ante unas condiciones que califica de “tremendas”. En la misma línea, la delegada del Sindicato Médico, Olga Rufo, ha denunciado que hay semanas en las que llegan a encadenar hasta 48 horas seguidas de trabajo sin el descanso suficiente y que, hasta ahora, las conversaciones con la administración “han sido aire, sin ninguna conclusión”, aunque confía en que esta movilización abra la puerta a un acuerdo real.

El delegado del Sindicato Médico en Sevilla, Rafael Carrasco, ha explicado que, tras una reunión con el Ministerio, los negociadores les han trasladado por mensaje que el departamento ha dado un paso atrás en sus posiciones iniciales y ha propuesto continuar las negociaciones, fijando una nueva cita para el día 17. Según el sindicato, el Ministerio se ha mostrado dispuesto a hablar sobre seis de los puntos más conflictivos: estatuto propio, clasificación profesional, jornada, reconocimiento de la profesión de riesgo, movilidad y exclusividad. Carrasco ha señalado que todavía no se ha decidido si continuará la huelga y que darán unas horas a los negociadores antes de fijar una posición definitiva. Al mismo tiempo, ha resaltado la masiva respuesta del colectivo, recordando que “hace 30 años que los médicos no se reunían así”, algo que, a su juicio, refleja hasta qué punto la situación es “insostenible”. Entre sus denuncias, ha destacado que llegan a hacer hasta 90 horas en una semana con el argumento de que se compensan después, y ha criticado que se acuse a los médicos de tener una postura elitista cuando, asegura, “la única postura elitista es la de quienes pagan las horas extra por debajo de la media”.

En paralelo, en Galicia se ha celebrado una concentración de médicos con un doble objetivo: protestar contra la futura Ley Marco que negocia el Gobierno central y exigir responsabilidades a la Xunta por la sobrecarga asistencial y las dificultades para conciliar. Los convocantes cifran en un 90% el seguimiento de la huelga y hablan de unas 600 personas participantes en la manifestación. Catarina Fernández, de la Asociación de Médicos Unidos por sus Derechos, ha expuesto los pilares de su rechazo a la Ley Marco: jornadas laborales extenuantes que, según denuncia, pueden llegar a las 80 horas semanales, mientras la ministra de Trabajo impulsa la reducción de la jornada a 37,5 horas; la ausencia de médicos en la mesa de negociación que defienda sus intereses; y el temor a un cambio en la categoría profesional que suponga una reducción de la formación requerida para cada especialidad. El portavoz de O’Mega, Manuel Rodríguez, ha centrado su intervención en las competencias de la Xunta de Galicia y la situación específica del sistema sanitario gallego. Ha reclamado más médicos para aliviar la excesiva carga de trabajo y más margen para conciliar la vida personal y profesional, al considerar que la actual presión asistencial resulta incompatible con una atención de calidad. Como ejemplo, ha apuntado que en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo sería necesario incrementar la plantilla en torno a un 15%, lo que se traduciría en unos 150 facultativos más.