Los incendios de este verano dejan pueblos y aldeas convertidos en un montón de escombros
Han quedado marcados por un fuego difícil de olvidar
Como si de un bombardeo se tratase vemos que en Palacios de Jamuz, en León, solo quedan casas en ruinas, sin techos. Antes rodeadas de verde. Nada de eso queda. Esto es Valdeorras, Ourense, entre los escombros los vecinos pasean desolados. Lo que antes era todo verde ahora queda rodeado de ceniza. Kilómetros de tierra calcinada en Abejera, Zamora. Un fuego que casi llega a estas casas y que deja una imagen que difiere mucho de esta, antes de la tragedia. Un pueblo que destaca por sus fachadas de piedra y que ahora algunas ya no existen. Zonas que han quedado marcadas por un fuego difícil de olvidar.