Diez días se lleva luchando contra las llamas en el incendio forestal de Jarilla que ha calcinado casi 17.000 hectáreas en Cáceres. Rodeados de humo los bomberos intentan apagar las llamas que quedan y realizan cortafuegos para evitar su propagación. Desde el aire efectivos de República Checa y Eslovaquia descargan más de 3.000 litros de agua. Han sido días de miedo e incertidumbre pero ahora los ánimos son otros. Incluso la calidad del aire ha mejorado. Tras toda la tarde trabajando, el incendio está casi perimetrado y parece que las buenas noticias cada vez están más cerca.