A las 19.55 horas, 16 minutos antes del envío del Esalert, el entonces jefe de gabinete de Mazón, José Manuel Cuenca, pide a Salomé Pradas que no se decreten confinamientos y que se mantenga la calma. La exconsejera insiste en que las cosas están muy mal, con desbordamientos por toda la provincia, pero aún así Cuenca incide en que confinar una provincia es una barbaridad y aconseja hacerlo por comarcas. Pradas advierte que es tan terrible la situación que poco territorio se queda fuera y que pedirán subir a plantas en unos cuantos municipios. Dos minutos después, suena la alerta y a las 20.15 Cuenca avisa a Pradas de la llegada de Mazón. Ella insiste en que pueden pedir confinamiento por la ley de emergencia pero Cuenca le pide que se quite eso de la cabeza. Antes, a las 14.30 horas, Salomé Pradas ya había señalado a Cuenca complicaciones en Utiel, con el río Magro desbordándose, y dos horas después ya tiene conocimiento de un fallecido en Utiel. Ante esas informaciones Cuenca reenvía un mensaje de Mazón en el que apunta a la posibilidad de pasar ya a las 19 horas por el Cecopi, aunque finalmente no llegaría hasta las 20.28. Los primeros contactos vía guasap entre Pradas y Mazón ocurrían al filo de las 11.30 cuando le envía un parte de previsiones y las medidas adoptadas, a lo que el president responde escueta y elocuentemente: cojonudo. A las14.11 le transmite Pradas su preocupación por la Ribera Alta y el Barranco del Poyo. Pero a ese mensaje ya no hay respuesta del entonces president.