Eran las 22:30 horas cuando se rompía el cielo en El Ejido. El ruido atronador del granizo no cesó durante 20 minutos. A pesar de que las piedras eran de gran tamaño, muchos se arriesgaban a salir y ver los daños que ya estaban sufriendo sus vehículos, el mobiliario urbano y los árboles. No es normal la violencia con la que descargo en una franja de apenas 8 km arrasando naves industriales, pero, sobre todo, lunas y carrocerías. Hubo más de 100 llamadas a emergencias. Hoy los vecinos de El Ejido han amanecido haciendo cola en los talleres de reparación de cristales, que no dan abasto. En las calles, los equipos de limpieza recogen los desperfectos y arreglan farolas. El Ayuntamiento ha abierto un teléfono y una web para los afectados. Todavía no se han contabilizado los daños, pero en el caso de los vehículos ya se cuentan por miles.

-Redacción-