Su madrina recuperó la salud gracias a un trasplante de riñón. Adriá había vivido los enormes beneficios de una donación y él también quería ayudar. Lo tuvo tan claro que inició el proceso. El equipo médico tenía que asegurarse de que era un buen candidato para donar un riñón a un desconocido y con 30 años se metió en el quirófano. Gracias a este inmenso gesto de generosidad se han desbloqueado las donaciones de cuatro parejas que no eran compatibles. Desde que la Organización Nacional de Trasplante puso en marcha este programa, 23 personas han donado un riñón de manera altruista. Pablo vive desde hace años con un riñón. No pudo ayudar a su hermana que sufría una enfermedad renal, pero cuenta su historia para que otros se animen a donar.