El calor elevó la temperatura corporal de un obrero de Madrid por encima de los 42 grados, seis más de lo normal. El hombre, de 55 años, cayó al suelo en parada cardiorrespiratoria y murió poco después en el hospital. Ante un golpe de calor, Gemma Izquierdo, jefa de guardia del Summa 112, recuerda que hay síntomas de advertencia: "La persona empieza a notar que está cansada, que tiene naúseas o llega a vomitar y la piel se enrojece o se seca, porque ante el golpe de calor se deja de sudar". Para los trabajadores expuestos a las altas temperaturas se reguló establecer horas de descanso los días de calor extremo. Ayer en Madrid el aviso solo era amarillo y, aun así, resultó fulminante. Por ello también hay que estar alerta al sentido común. En Olivares, Sevilla, superaban los 40 grados cuando un hombre de 74 años falleció tras estar las siete horas centrales del día desorientado en la calle. "Debemos colocar a la persona tumbada y ponerla al fresco y solamente se le puede dar agua en pequeñas cantidades si está consciente", son las recomendaciones del Summa 112 para saber actuar ante estos casos.

-Redacción-