El fuego arrasa con miles de colmenas en la provincia de Zamora y desata el pánico entre los apicultores
Más de 7.000 colmenas han quedado calcinadas y el humo desorienta a las abejas supervivientes
Los incendios que estos días afectan a gran parte de la península ibérica están teniendo un impacto devastador en la apicultura, especialmente en el noroeste de la provincia de Zamora, donde se concentra el 70% de las colmenas. Más de 7.000 han quedado completamente calcinadas y otras tantas han estado expuestas al fuego, el humo y la destrucción del entorno. Francisco Alonso, de la Unión de Apicultores Apis Duri, advierte que entre 10.000 y 15.000 colmenas han estado en riesgo directo: “No podemos olvidar que los tres incendios han tenido lugar aquí. El fuego ha estado muy cerca de nuestras colmenas”. Aunque algunas, como las de José Antonio Bruña en Porto de Sanabria, parecen haber resistido, el daño invisible es profundo. “Las abejas se han sentido con bastante estrés. Con el humo andaban perdidas, posadas a las 7 de la mañana, sin saber volver a casa”, cuenta el apicultor. A pesar de estar en plena campaña de recogida de miel, los apicultores han decidido pausar la actividad. Francisco Javier Díaz lo explica con cautela: “No sabemos hasta qué punto están dañadas por dentro. Sacarles la miel ahora sería meterles más estrés y probablemente acabar de fastidiarlas.” El principal problema ahora es la falta de alimento. Las zonas calcinadas no ofrecen néctar ni polen, y las colmenas podrían no sobrevivir al invierno. José Antonio Bruña, apicultor zamorano, señala que “tenemos que intentar suplir esas carencias con alimentos líquidos artificiales”. Todos estiman que podrían tener “el doble de bajas” que un verano normal. En medio del humo, el silencio y la incertidumbre, los apicultores solo pueden confiar en que el zumbido vuelva a llenar los campos. Porque sin abejas, advierten, el ciclo natural se rompe.