La madre de María José es una de las 24 de personas mayores de una residencia en pleno centro de Barcelona, que a final de mes echa el cierre, tras comprar el edificio un fondo de inversión francés para hacer pisos de lujo.Todos los familiares se enteraron la semana pasada a través de un correo electrónico de la directora, aunque el edificio se vendió hace más de un año, incluidos los dos pisos donde está la residencia.Ya se han marchado casi todos los vecinos y la tienda de muebles los tiene en liquidación solo quedan los ancianos y antes de que se marchen las obras ya han comenzado.Los que tienen plaza concertada ya tienen sitio otras residencias, pero hay tres residentes con plaza privada, que lo tienen peor. Pero este no es un caso aislado. La especulación inmobiliaria está vaciando de vecinos y comercios de toda la vida el centro de Barcelona.