Las fiestas de Bouzas se quedan sin atracciones tras endurecerse los controles
La mayoría de los feriantes no ha conseguido autorización y su actividad se ve afectada
Hace un año que las fiestas en Vigo cambiaron por completo, cuando un joven de 36 años perdió la vida en el saltamontes en el barrio de Matamá. La atracción no disponía de autorización para ser montada. Ahora las fiestas se ven así: no hay ni una atracción, porque los controles se han encrudecido y es complejo conseguir una autorización. El único modo es que una ingeniería revise los aparatos por medio de pruebas. Aquí sólo uno ha conseguido autorización, pero ha decidido no montar. Sólo hay casetas. Los feriantes se ven realmente afectados. Y también los padres y los niños. Aun así, la mayoría prefiere que se priorice la seguridad. Lo que sea necesario, por evitar una desgracia.