Pensaba aprobar el teórico a la primera, pero ha acabado en comisaria. Vean lo que hay bajo su camiseta. Con cuidado los agentes van retirando ropa hasta que dan con el móvil. La cámara activada apuntando al examen y al otro lado de la videollamada, este hombre. El alumno recibía esas respuestas a través de un pinganillo. Que los agentes han tenido dificultades para extraerle del oído. El sistema de transmisión se completa con este otro aparato. Los cabes cosidos al cuello de la camiseta y ocultos en la cintura. Esta es la forma en la que funcionaba la organización delictiva. Hay cuatro detenidos y un imputado, la mayoría de nacionalidad india y paquistaní. Por cada uno de los exámenes aprobados cobraban entre 1500 y 3000 euros.

-Redacción-