Eugenio vuelve a salir a la calle tras 11 meses sin ascensor
Eugenio, de 81 años y con Alzheimer, se rencuentra con su familia y amigos
En los ojos de Eugenio el tiempo se había detenido, encapsulado en cuatro paredes durante 10 meses y 17 días. "Solo bajó a enterrar a su hijo, que falleció en la DANA, y a hacer cuestiones médicas". Fueron los únicos momentos en los que el mundo exterior invadió su confinamiento, algo difuminado por el Alzheimer. "A él le ha pasado mucha factura y a nosotras nos ha afectado demasiado", dice su nieta Sheila. Casi un año después sin ascensor, por fin llegó el día de volver a cogerse de la mano fuera de casa, de escuchar el murmullo de la gente, de ver a los amigos. Su nieta no puede contener las lágrimas al ver que su abuelo vuelve a caminar fuera de casa. Emoción y lágrimas de alegría por recuperar la vida en su rutina, el simple placer de bajar a desayunar en el sitio de siempre, esa porción de cotidianeidad que la DANA le robó y que ahora, por fin, vuelve a ser suya.