El nuevo reglamento de Extranjería pone las cosas más fáciles a los migrantes. Tienen más tiempo para residir legalmente mientras encuentran un trabajo porque el visado de búsqueda de empleo se amplía de tres meses a un año. También en la hostelería hay 100.000 puestos vacantes. El tiempo de estancia para justificar algún tipo de arraigo con nuestro país se reduce de tres a dos años. Se crea, además, un arraigo socioformativo para los extranjeros matriculados en cursos de formación profesional. También se da una segunda oportunidad a quienes hayan perdido el permiso de residencia. Los ya nacionalizados podrán hacer llegar a su cónyuge sin necesidad de estar casados o ser pareja de hecho y se amplía a los 26 años la edad para traer a los hijos e hijas. Se trata de integrar porque, según el Gobierno, la discriminación a los extranjeros supone perder diecisiete mil millones de euros al año.