Hoy la plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela se ha llenado de sonrisas. Es la ilusión de estos pacientes de ELA que recorren el Camino de Santiago para visibilizar las barreras a las que se enfrentan. Algunos afrontan el reto por primera vez pero como otros ya están pensando en repetir al año que viene. Son días intensos de convivencia que crean lazos entre ellos y cumplen sueños. Pero también se encuentran con la tristeza de no poder caminar junto a los amigos que su enfermedad se ha llevado. Ellos han superado un camino. Pero siguen luchando en el más duro: la lucha contra la ELA.