Nos adentramos en la zona 0 del incendio de Campanar. Tras un precinto se encuentra el apartamento donde se inició el fuego. Dentro, sin las paredes que delimitan los espacios, es difícil identificar las estancias, aunque los esqueletos del microondas y del horno parecen indicar lo que era la cocina. En un frigorífico se iniciaría la llama que acabó tiñendo de negro todo el edificio. Del apartamento en el que se originó el fuego no queda prácticamente nada, las llamas arrasaron todo lo que encontraron a su paso y se extendieron al resto del edificio. Paredes ennegrecidas, muebles carbonizados, esqueletos metálicos de sillas y camas donde ya no dormirá nadie. Los techos se derrumbaron y ahora el menaje de cocina abandonado y el material aislante comparten espacio. Ahora, tras el desescombro de toda esa devastación, comienza la reconstrucción del edificio. Con optimismo de los vecinos, pero que no pueden alegrarse del todo por los que no volverán a habitar el edificio.