Cada año se diagnostican en nuestro país 37.000 nuevos casos de cáncer de mama. Una de cada ocho mujeres lo tendrá a lo largo de su vida. La incidencia ha aumentado en las últimas dos décadas, y cada vez en personas más jóvenes.

Pero la buena noticia es que también aumenta la supervivencia. Un 85 por ciento de las pacientes supera este cáncer y si se diagnostica de forma temprana, hasta un 95 por ciento.

El diagnóstico le llegó a Conchi hace cinco años: cáncer de mama en estadio III. Tuvo mucho miedo a morir. "Pensaba en no volver a ver a mi hija, a mi familia, a mis amigos. Pero dices: "Me quiero curar, me quiero curar", coges fuerzas y tiras para adelante", explica.

Aunque después de la operación el diálogo con el espejo fue duro. "Te miras y no te reconoces".

Conchi tenía un cáncer luminal sensible a la terapia hormonal y fue la primera paciente en España con tumor en estadio tres en tratarse con abemaciclib, un fármaco desarrollado por investigadores españoles en este centro de investigación de Alcobendas, en Madrid. Un medicamento del que, con dos años de tratamiento combinado con terapia hormonal, se acaban de conocer importantes beneficios. "Tratar a las pacientes de alto riesgo disminuye de manera significativa la posibilidad de metástasis, pero además eso ya ha empezado a impactar en términos de supervivencia global", explica César Torres, oncólogo del Hospital Universitario de Salamanca.

En Navarra han descubierto en modelos animales una nueva vía de tratamiento con dos fármacos y radioterapia para el triple negativo. "Son capaces de erradicar los tumores y además disminuye el riesgo de que desarrollen metástasis a distancia", afirma el doctor Monge, del Cancer Center de la Clínica Universidad de Navarra.

El triple negativo representa el 15 por ciento de los cánceres de mama y es uno de los más agresivos.