Los dos detenidos por el asesinato de Borja Villacís se niegan a colaborar
Los investigadores agotan las horas para recabar toda las piezas antes de pasar a disposición judicial

Los dos detenidos por el asesinato de Borja Villacís permanecen en la Jefatura de la Policía de Madrid. Los investigadores agotan las horas para recabar toda las piezas de este puzzle antes de pasar a disposición judicial, pero se niegan a colaborar. Ni la matriarca, ni su hijo ni el cómplice dicen nada. Están detenidos como presuntos autores materiales, ya que la Policía tiene las armas que usaron y están esperando el informe del autopsia para determinar quién dispara a quién y con qué arma. Se sabe que ambos pertenecen a un entorno ultra muy violento y tienen antecedentes por narcotrafico y agresiones. Kevin Pastor e Ismael Driss fueron detenidos ayer en Yuncos (Toledo) como presuntos autores del homicidio de Borja Villacís. Se ocultaban en una casa okupa. Tras el registro, les trasladaron a la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Según el testimonio de Luis, 'el pecas', el superviviente con el que estaba Villacís, se había citado con Kevin para pegarse porque le había incendiado un coche. El encuentro fue en El Pardo. Los asesinos llevaban un arsenal: un subfusil de guerra, una escopeta de caza y una pistola. Los implicados se conocían del mundo ultra y de los colectivos neonazis. Todos acumulaban una larga lista de antecedentes por narcotráfico y reyertas. Villacís, de 41 años, estaba vinculado a los Ultrasur y Kevin, de 25, a suburbios Firm, una de las facciones más radicales del Frente Atlético. Kevin estuvo en prisión por un vuelco o robo de drogas. Considerado muy violento, había sido detenido por corrupción de funcionarios, atentado a agente de la autoridad y tenía en vigor una orden de alejamiento por malos tratos.
-Redacción-