Desoladoras historias escondidas bajo las cenizas
El último balance oficial confirma que este año ha sido el peor en incendios en tres décadas
Carlos camina con dificultad por los restos carbonizados de sus pastizales, un paisaje que aún huele a quemado. 241 de sus cabras yacen muertas tras los incendios forestales que arrasaron Galicia este verano. Lo único que conserva es un cencerro de cabra que sobrevivió a unas llamas que no sólo calcinaron campos, también hogares, como el de Gonzalo y Susana. Una realidad que sólo dejó a salvo algunas baldosas que ahora limpian para conservar los recuerdos. España sufrió una de las peores temporadas de incendios forestales este verano, con miles de hectáreas quemadas y pueblos que han quedado reducidos a escombros, como el de Ana y Leopoldo. San Vicente de Leira, en Ourense, es hoy un lugar fantasma de casas en ruinas. Las imágenes de dron muestran la magnitud de los incendios: laderas enteras cubiertas de ceniza que esconden miles de historias.