La Guardia Civil advierte a los viajeros que con un simple inhibidor de frecuencia los ladrones cometen sus robos, rápidos y limpios. Las víctimas, casi siempre extranjeros de vacaciones, creían haber cerrado el coche, pero nadie lo comprobaba. Otra de sus modalidades es la del descuido, como los que repostan sin cerrar el coche. El área de servicio preferida era la de Sagunto, en la autopista AP-7, pero repetían a lo largo de la autovía desde Tarragona hasta Murcia. Les imputan casi 60 robos. La banda tuvo que alquilar locales en Valencia para guardar todo el material sustraído que tenían perfectamente ordenado: mochilas, bolsos, maletas y aparatos tecnológicos por un valor de 127.000 euros más 27.000 en metálico.