Las detenciones se producen en la gasolinera, in fraganti cuando van a cargar la embarcación con más de 2.000 litros de gasolina. Es una narcogasolinera flotante. Habían manipulado el tanque de gasolina y el tanque de agua dulce para usarlo con combustible. Es un cambio en el hábito de los petaqueros, que hasta ahora abastecían con bidones de gasolina a bordo de las embarcaciones. El límite que se puede cargar en una gasolinera low cost es de 300 o 400 litros, pero repetían la operación hasta los 2.000. Cargados con una bomba hacían siempre la misma ruta temeraria pasando por el centro de Cádiz hasta el mar. También llamaban la atención los motores. Otra de las embarcaciones era un taller flotante con todas las herramientas necesarias para reparar en alta mar, donde las narcolanchas viven las 24 horas del día desde que fueron declaradas ilegales, solo tocan tierra para alijar.