Fueron las actividades de un empresario tinerfeño, relacionado con la restauración, el ocio nocturno, la construcción y con empresas en el extranjero, las que hicieron sospechar a los agentes. Durantre la investigación pudieron corroborar que utilizaba este entramado para dirigir una organización criminal desde las Islas Canarias, que introducia importantes remesas de estupefacientes a nivel regional, nacional e internacional. También negociaba directamente la entrega de notorias cantidades de cocaína desde barcos nodriza procedente de Sudamérica, a otras embarcaciones por él gestionadas, para su posterior entrada en el archipiélago canario. Además del empresario hay 33 detenidos más.

Esta investigación, se empezó hace dos años por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, ha contado con la colaboración de la administración para el control de drogas estadounidense, DEA, así como con la de la Policía Judicial de Cabo Verde, todo ello coordinado por EUROPOL.