Los pueblos valencianos de la Ribera Alta desbordados por las tormentas
Varios conductores han tenido que ser rescatados tras quedar en mitad de las riadas

Atrapado en mitad de la riada, los bomberos localizan a un camionero. Para llegar hasta él, hay que asegurar muy bien las cuerdas. El agua alcanza casi 1 metro de altura y desafiando las corrientes logran ponerlo a salvo en el único trozo de tierra que hay a la vista. A pocos metros rescatan a otra conductora. Ha ocurrido a las afueras de Alzira. Si nos adentramos en los pueblos valencianos de la Ribera Alta, en Llombai la tormenta ha puesto en apuros a quienes no encontraban salida entre los torrentes. Cruzar la calle sin nada a lo que agarrarse era imposible. En solo dos horas, se han acumulado 200 litros por metro cuadrado y desde las ventanas solo quedaba ver con impotencia cómo los vehículos se movían a merced de la corriente. Ni siquiera bajo techo se estaba a resguardo. Lo han comprobado en un almacén de Alberic, donde las placas del tejado caían de manera aleatoria. No ha tardado en filtrarse el agua e inundar el local. Conducir cerca de las ramblas era peligroso. La crecida del río Magro, en Algemesí, incluso, arrastraba a un caballo. Circular por la A7 se volvía arriesgado en las primeras horas de la mañana. También en Catadau han comprobado cómo la alerta roja irrumpía dejando sus calles convertidas en un lodazal.
-Redacción-