Portugal mantiene la vigilancia ante un incendio declarado en la tarde de ayer sábado en la localidad de São Martinho de Anta, en el distrito de Vila Real, al norte del país. El fuego, que ya ha calcinado varias centenas de hectáreas, ha dejado al menos tres bomberos heridos y ha obligado a los vecinos a enfrentarse a las llamas con medios improvisados durante una noche marcada por el miedo. El norte del país vecino vive de esta forma una jornada crítica por los varios focos de incendios forestales que avanzan sin control en ese distrito. Las localidades de Muas, Parada de Cunhos y São Martinho de Anta han sido especialmente golpeadas durante la madrugada, con numerosos evacuados y vecinos que han pasado la noche entre el humo, protegidos con mascarillas y a la espera de instrucciones. Las llamas, avivadas por el viento y las altas temperaturas, han calcinado ya cientos de hectáreas y han dejado varios bomberos heridos en labores de extinción. En São Martinho de Anta, las calles permanecían llenas de residentes durante la madrugada, tras verse rodeados por tres focos simultáneos. La situación se desarrolla en un contexto de alerta por temperaturas elevadas y riesgo muy alto de incendios forestales, especialmente en la franja norte próxima a Galicia. Las autoridades han desplegado medios terrestres y aéreos para contener el avance del fuego, que amenaza zonas habitadas. Portugal vuelve a revivir escenas que evocan tragedias pasadas, como la de 2017 en Pedrógão Grande, donde más de 60 personas perdieron la vida. La evolución del incendio en Vila Real sigue siendo incierta este domingo.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1. RECURSOS INCENDIO PORTUGAL SAO MARTINHO DE ANTA.

2. TOTAL VECINO.