El cura de Trévelez se gana la enemistad de todo el pueblo
Una disputa por el uso de un local para fiestas y procesiones, origen de la polémica
La llegada del nuevo cura a un pequeño pueblo de la Alpujarra ha desatado una fuerte polémica entre los vecinos. Hasta ahora, el salón parroquial era el centro de la vida social local, donde se celebraban fiestas y actividades comunitarias, especialmente organizadas por la asociación de mujeres del municipio. Según los vecinos, la asociación utilizaba el espacio para vender lotería solidaria, con la que lograban recaudar unos 500 euros al año para fines sociales. Sin embargo, el nuevo párroco ha decidido no ceder más el uso del salón, lo que ha provocado el malestar de buena parte del pueblo. “Ahora lo gestionan ellas, pero el cura quiere que se lo den a él”, explica uno de los afectados. La situación ha ido escalando hasta el punto de que algunos vecinos han llegado a pedir abiertamente la marcha del sacerdote: “Que se vaya”, afirman. El conflicto ha llevado a la recogida de firmas, respaldada incluso por el ayuntamiento, para exigir que se respete la tradición y se permita a la asociación seguir utilizando el local. A pesar de la tensión, la vida religiosa continúa. San Benito lleva 35 años recorriendo el pueblo en procesión, una tradición “arraigada”, según Ana Rosa Herrera, teniente de alcalde. La jornada festiva, que incluye procesión, comida popular y verbena, se mantiene, aunque este año la organización se ha visto condicionada por la nueva postura del párroco. “Hay que hacer lo que él diga”, lamenta otro vecino, mientras que otros insisten en que “el mensaje del cura es no”. Ante la polémica, el arzobispado ha salido en defensa del sacerdote, asegurando que la cesión del salón era esporádica y que la celebración de la Santa Misa está garantizada. El conflicto, sin embargo, sigue abierto y la comunidad espera una solución que permita recuperar la convivencia y las tradiciones del pueblo.