A los pocos minutos de que comenzara la reunión del consejo interterritorial, los consejeros de Sanidad de las comunidades gobernadas por PP se han levantado de la mesa. La ministra de Sanidad asistía atónita a la espantada y los calificaba de "cafres" por su falta de responsabilidad. Los responsables de las consejerías de sanidad argumentan que el plantón no se debe únicamente a la crisis de los cribados y denuncian una utilización partidista y sectaria del máximo órgano de coordinación en temas de sanidad. Acusan al ministerio de ignorar sus aportaciones. Mientras el secretario de estado de sanidad inisitía en "X" en la falta de responsabilidad de quienes se han marchado y comentaba que " sí habían acudido a la cena pero que lo de trabajar ya no les interesaba tanto" . A esto ha respondido el consejero de Castilla y León diciendo que la ministra se había llevado veinte invitados a la cena. Cruce de acusaciones y un ataque directo a Mónica García que califica de estrategia la actuación de los populares. Lo que empezó con la negativa de las comunidades del PP a compartir sus datos de los cribados de cáncer deriva en un enfrentamiento politico.