Tres días de luto oficial por la muerte del menor de 7 años en lo que parece un nuevo caso de violencia vicaria
Esta mañana encontraban los cuerpos de padre e hijo en la Sierra de Urbasa

Las palabras en Estella han quedado ahogadas por las lágrimas. Las compañeras de la madre del menor de 7 años lloran y buscan el consuelo de un abrazo. La peluquería en la que trabaja permanece cerrada por un duelo inesperado. En la escuela a la que iba el pequeño tratan de asumir el suceso. A 10 kilómetros, en Igúzquiza, en la casa familiar en la que ahora solo vivía el padre, las persianas quedaron bajadas. La furgoneta con la que trabajaba en la construcción, aparcada en la puerta. Cuenta algún vecino que desde el divorcio a él se le veía triste, que la alegría la encontraba en su hijo. En la plaza conviven la incomprensión, junto con el sufrimiento y la repulsa. Todo concentrado en un minuto de silencio.
-Redacción-