El cayuco con unas 180 personas llegaba a las 9:30 al puerto de la Restinga remolcado por Salvamento Marítimo, pero ya en el muelle, en el momento más crítico del rescate, al desembarcar, el cayuco vuelca, como ha explicado el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, que ha mostrado su pesar por la tragedia: "Muchos venían tan agotados que no podían ni nadar". Gran parte de los migrantes caen al agua y muchos quedan atrapados debajo. Son momentos de angustia y nerviosismo. Del interior de la embarcación algunos tratan de salir como pueden, y cuando desde el buque les ayudan a ponerse a salvo, el cayuco da la vuelta por completo. El balance, todavía provisional, es de siete muertos.