Un día como hoy hace un año ni siquiera el aviso rojo por precipitaciones hacía presagiar lo que iba a ocurrir. El río Guadalhorce se desbordaba en diferentes puntos sembrando el pánico entre los vecinos. El agua lo sepultaba todo a su paso: carreteras cortadas, viviendas incomunicadas y vecinos esperando a unos servicios de rescate con el agua a punto de atraparles. El municipio de Álora fue uno de los más afectados. Allí se registraron más de 170 litros por metro cuadrado que arrasaron con todo lo que encontraron a su paso. Un tren de alta velocidad descarrilaba mientras cientos de vecinos llamaban a emergencias temiendo, incluso, por sus vidas. Un episodio que dejaba numerosos daños materiales, una víctima mortal y a unos vecinos que nunca podrán olvidar como el agua que tanto deseaban se convirtió en su peor pesadilla.