No fueron incidentes aislasdos. La estación de Chamartín este verano ha estado colapsada día sí, día también. Uno de los episodios más llamativos fue cuando varios pasajeros, tras una hora parados en un túnel y sin ventilación, rompieron a martillazos los cristales del tren para poder salir. El auge de la alta velocidad, los nuevos operadores y los descuentos en el transporte han desbordado todas las previsiones de cifras de pasajeros. Y para colmo, la estación lleva en obra muchos meses. Hasta el ministro lo reconoció en su momento y pidió disculpas y paciencia. Las cifras hablan. De enero a mayo de 2019 pasaron por esta estación un 1.300.000 pasajeros, y en las mismas fechas este año casi 6.000.000. Es el recuerdo de un verano muy complicado.

-Redacción-