A casi 4 millas náuticas del puerto de Getaria está instalada una granja de engorde de atún rojo. Dos enormes jaulas flotantes de 50 metros de diámetro donde se les alimenta con pescado azul. Granjas como ésta ya hay en zonas del Mediterráneo, pero se necesitaba una tecnología capaz de sumergir las jaulas para sortear así el viento y oleaje del Cantábrico. El menor tamaño de estos túnidos y las difíciles condiciones meteorológicas han hecho que durante al menos dos décadas los pescadores vascos hayan estado sin pescar el atún rojo y cediendo gran parte de su cuota a otras flotas. Si el proyecto funciona, volverán a pescar para su engorde. De momento son 75 ejemplares de unos 80 kilos cada uno los escogidos para testar la viabilidad del proyecto. Luego llegara el análisis en laboratorio. Si han alcanzado el nivel de grasa y peso óptimos, el año que viene se engordará a una cantidad mayor de estos ejemplares, que luego harán las delicias en las mesas vascas, pero también de Japón y EEUU.