A los ocho meses de embarazo le dijeron que su bebé iba a nacer con una obstrucción renal, y cuando nació tuvo que ser intervenido quirúgicamente. De no ser así, habría provocado un deterioro de la función renal. Con 4 meses, Natan era el paciente más pequeño que se sometía una cirugía robótica. Una buena opción, porque tiene mayor precisión y es menos invasiva. Además, la recuperación es más rápida y hay menor riesgo de sangrado. Un nuevo logro de la cirugía pediátrica que hoy celebran en familia.