En entornos como playas y piscinas la vigilancia es fundamental. En cuestión de un instante, lo que parecía no tener riesgo alguno cambia radicalmente. Los socorristas advierten de que no se le debe de perder el respeto al agua. La vigilancia es importante, pero también respetar las banderas o saber cómo actuar si nos vemos arrastrados por una corriente durante el baño. Los expertos informan de que la manera correcta de actuar es dejarnos llevar, que la corriente no nos arrastrará más de 200 metros. Además, estos flujos suelen acabar en zonas circulares y nos devuelven a la zona segura, que es donde rompen las olas. Para informar sobre ello, varias comunidades presentan campañas para concienciar sobre los peligros a los que nos podemos enfrentar en el medio acuático.