Los dueños del local intentan cerrar la persiana, pero los encapuchados la levantan y no les queda más remedio que huir. "Hemos dejado todo, no me importaba nada en ese momento, no me importaba ni el dinero ni los muebles ni nada", dice Hassam, propietario del kebab asaltado. Fueron momentos muy tensos para él: "Miedo, miedo, miedo porque hemos corrido por la vida, para escaparnos, para estar vivos". Salieron por la puerta de atrás y se resguardaron en un local vecino, donde estuvieron un buen rato hasta sentirse seguros para salir. Fue en ese momento, tal y como relata, cuando salieron para ver cómo estaba su local y se lo encontraron destrozado. Un asalto que duró unos segundos, pero que dejó muchos daños en el local. "Destrozaron todo en 10 segundos, que es lo que pasó; en 10 segundos lo destrozaron todo", dice apenado Hassam. Unos minutos antes, ya habían pasado por el comercio para amenazarle. "Pasaron, nos echaron gas pimienta y nos dijeron: moros, cerrad, que hoy no se trabaja". Hassan cree que los asaltantes no eran habitantes del pueblo, con los que tiene muy buena relación. "No creo que sean de aquí, del pueblo, porque cuando venían ya decían: este es un kebab, seguro que es de un moro o algo así...". Aún con el susto en el cuerpo, no ha arreglado nada de los desperfectos. Teme nuevos ataques y descarta abrir hasta que todo vuelva a la normalidad.