Solo en una cala del poniente almeriense se pueden encontrar hasta cuatro bidones de gasolina abandonados. La lucha de la Guardia Civil contra el narcotráfico busca también frenar el abastecimiento ilícito de las narcolanchas en alta mar. A cada paso se pueden encontrar más residuos de combustible que quedan lastrados en nuestras costas. En Granada capital se encuentra otro tipo de contaminación, aquella que dejan las plantaciones de marihuana. De la ciudad al campo, la ribera del río Genil contaminada de plásticos, fertilizantes o sistemas de ventilación, un riesgo para la salud. El negocio del narcotráfico ya se ha convertido en una amenaza real para el ecosistema.