Fue aquí, en este barrizal en Manises (Valencia), cuando una de las máquinas excavadoras que participa en la limpieza del cauce del río Turia se ha topado con los restos de una persona cuando removía la tierra. Todo apunta a que podría tratarse de Francisco Javier Vicente, 56 años. El día de la dana desapareció junto con su hija Susana cerca de su casa, al lado del Barranco de Cuchillas, en Pedralba. Dos días después, el cuerpo de la hija fue localizado a 80 kilómetros, en la playa de Sueca, mientras que los restos que podrían pertenecer al padre han sido encontrados a 40 kilómetros, en el Polígono de Cova, en Manises. Es probable que el cuerpo fuera arrastrado por la riada hasta aquí, donde quedó enterrado bajo el barro, momificado, durante casi un año. Los restos han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valencia. Allí le van a practicar la autopsia y el resto de pruebas forenses y policiales para determinar las causas de su fallecimiento y su identidad. Durante todos meses no han parado los trabajos de búsqueda para dar con el paradero de Francisco Javier y de los otros dos desaparecidos por la dana: una mujer de 38 años y un hombre de 64, de los que todavía no se sabe nada.