En el aeropuerto de Loiu, en Bizkaia, se registran constantemente imágenes de aviones aproximándose a la pista, tocando tierra para terminar por volver al aire después de desestabilizarse por las fuertes rachas de viento. Con el temporal se han registrado ráfagas de viento de hasta 180 kilómetros por hora. Alfonso de Bertodano nos explica esta maniobra que realizan los pilotos al aproximarse, una decisión para nada tomada al azar. "Cada tipo de avión tiene unos límites de viento lateral. No puedes aterrizar de lado, tienes que aterrizar de frente a la pista y para aterrizar de frente a la pista, tienes que inclinar el avión. Para aterrizar primero con la rueda de un lateral, luego con la otra y, por último, con la del morro. Si ese viento es excesivo, al inclinar el avión podrías acabar tocando con la punta del ala". Es por ello por lo que muchos vuelos acaban por retrasarse o cancelarse. "Íbamos ayer a Madrid, dirección Punta Cana y, como a las 12, nos dijeron que se cancelaba el vuelo", dice un pasajero desde el aeropuerto. Como él, cientos de pasajeros sufrieron cancelaciones y retrasos en la jornada de ayer. Se cancelaron 42 vuelos y se desviaron otros 18 por esas rachas de viento de hasta 189 kilómetros por hora. "Al aterrizar, al intentar aterrizar, mejor dicho, el piloto no fue capaz de aterrizar", dice otro pasajero. Hoy el Aeropuerto de Bilbao opera con normalidad y trata de dar salida a todos los que ayer no pudieron despegar.

-Redacción-