Las compañías aéreas tuvieron que atender a más de 500 pasajeros que perdían los vuelos incrédulos por el atasco en el control de pasaportes. Aseguran que en las cabinas del control de pasaportes no estaban todos los policías que debían y que solo funcionaban la mitad. Interior dice que no es verdad y que las 16 cabinas estaban operativas. Pide perdón y asegura que el problema no fue el número de policías sino un fallo puntual. También admite Interior que hay picos en el número de pasajeros sobre todo ahora en julio y que eso es más complicado de gestionar. Aena niega que le reportaran fallos informáticos y también niega que la culpa fuera su previsión de vuelos. Por si acaso ha pedido a los pasajeros que acudan cuatro horas antes.