Un baño de realidad en el Día Internacional de los Voluntarios
Aprender de la necesidad de los demás

A sus 82 años Andrés dedica sus días al servicio del voluntariado. Cuenta como su conciencia le decía que no podía quedarse sin hacer nada teniendo buenas facultades para aportar. Lo mismo le ocurrió a Cayetana después de participar en la gran campaña de 2012. “Yo agradezco mucho ser voluntaria porque aprendes muchas cosas. A mí lo que me da es un baño de realidad”, señala. Y algunos de sus usuarios también son voluntarios, como Mikel Martija, que insiste: “Podemos ser todos voluntarios, siendo mayores o adolescentes, niños o como nosotros".
-Redacción-