En el interior de la Ciudad de la Justicia de Valencia, la jueza escucha testimonios como el de Victoria. Su marido intentó sobrevivir a la riada en el tejado de su caseta en Cheste. Por teléfono ella le decía "tranquilo que van a ir a ayudarte. Y era mentira, porque nadie me cogía el teléfono pero no se lo podía decir. Tenía que darle ánimos para que aguantara", cuenta antes de comenzar su declaración. Victoria no pudo llegar a hablar con emergencias. La última llamada de su marido es la que todavía le rompe el ánimo: "Fue una muerte casi en directo. Pidiendo socorro, angustiado, gritando, llorando, desesperado. Y me dijo que tenía mucho frío y mucho miedo". Su cuerpo apareció dos días después a 8 kilómetros. Yolanda también ha declarado: "Ellos fueron a recoger a su hijo del colegio en Aldaia. Nadie les avisó de que venía una riada". Habla de su hermano, de su cuñada y de su sobrino de 4 años. "Y una ola gigante se llevó por delante el coche y me he quedado sin hermano, sin sobrino y sin cuñada". Los familiares agradecen que la jueza les escuche como prueba del dolor que quedó tras la riada.

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