Pasadas las cuatro de la tarde la explosión ha devastado esta aldea del sur de Pontevedra. El ir y venir de los servicios de emergencias no cesa y este lugar de absoluta tranquilidad se ha convertido en un auténtico escenario de guerra. Un almacén clandestino de productos pirotécnicos saltaba por los aires y se han llegado a producir hasta tres explosiones. “La primera explosión me lanzó contra la televisión...la ventana me vino por encima”, según el ex alcalde de la localidad, él mismo, dictó su orden de precinto. Una persona ha muerto, aún se desconoce su identidad y al menos 27 han resultado heridas, dos de ellas en estado grave. La explosión ha afectado a decenas de casas y la onda expansiva se notó en un radio de cuatro kilómetros. El fuego se lleva por delante coches y casas y algunas familias lo han perdido todo.

-Redacción-