Una fuerte patada en los testículos acabó con la vida de Juan Alfonso, de 56 años. Estando de servicio como auxiliar de enfermería recibió el golpe, sin previo aviso, de un paciente con graves problemas mentales. En ese momento se desploma, inconsciente, y lo trasladan a la enfermería, pero no fue atendido por un médico. Allí, tras una aparente recuperación, se marcha a su casa, pero al poco tiempo, vuelve a desmayarse. Los servicios de urgencia intentaron reanimarle pero finalmente falleció. Los sindicatos denuncian que el centro Fundación Instituto San José no dispone de un protocolo ante las agresiones. Piden medidas para impedir que el trabajo con pacientes les pueda costar la vida.

-Redacción-