Un grupo de agentes de la Guardia Civil de Carlet, en las inmediaciones de Valencia, se han reencontrado hoy con algunas de las personas que rescataron la noche de las inundaciones por la DANA. Los agentes acudieron a la zona por un aviso: “una tienda de muebles abandonada había colapsado y todos los muebles empezaros a llenar la carretera” dice Francisco Javier Castillo, Cabo Primero de la Guardia Civil. Ese colapso provocó que muchos coches se quedaron paradas junto a una rotonda. El nivel de agua fue subiendo y los agentes deciden desalojar la zona y llevar a los ocupantes de los vehículos a un supermercado Lidl. “Vimos que al supermercado empezaba a entrarle agua, así que descartamos esa opción” recuerda el agente Castillo. Así que tuvieron que cambiar de ubicación para encontrarles a todos ellos un lugar seguro. “Todas esas personas que estaban atrapadas, decidimos sacarlas al comercio que tenemos aquí detrás” dice Laura Mora, agente de la Guardia Civil que intervino en los rescates. Ese comercio es el bazar de Santiago, que, con gran hospitalidad, recibió a todos los damnificados con comida, agua y mantas. “Intentamos ayudar al máximo posible a las gente” dice el dueño del establecimiento, que hoy ha recibido una insignia de la Guardia Civil por esta hazaña. Ahí, pasaron esas 47 personas la tarde hasta metida la noche, que el nivel de agua bajó. “Una historia con final feliz y me alegro de que esté hoy aquí la Guardia Civil para decirles ‘muy buen trabajo’ y agradecerles” reconoce Amparo Amat, una de las rescatas aquella noche.